La semana se inició el Domingo de Ramos, donde el Ciclo Inicial fue protagonista e invitaron a la comunidad a celebrar la llegada de Jesús a Jerusalem.
El Lunes Santo se realizó con un significativo momento de "reflexión de pan y vino" para los profesores jefes en el Templo del Colegio. Esta instancia ofreció un espacio íntimo para meditar en torno al significado de la Última Cena.
El Miércoles Santo, los(as) trabajadores del establecimiento protagonizaron un emotivo Vía Crucis, recorriendo las estaciones que rememoran el camino de Jesús hacia la cruz. Culminando la reflexión en el templo, cada participante depositó un pétalo en el altar y realizó la señal de la cruz en la frente con agua bendita, simbolizando su compromiso y fe.
El Jueves Santo la comunidad se congregó en una solemne Misa que conmemoró la institución de la Eucaristía y el valor de la amistad. La celebración tuvo un significado especial al expresar el cariño y la gratitud al Padre Andrés Moro, Consagrado del Colegio.
En la tarde, la Asociación de Madres, Padres y Apoderados invitó a la comunidad a vivir la Misa de Lavado de pies, un momento que congregó a las familias con mucho sobrecogimiento.
La espera culminó con la celebración de la Vigilia Pascual el Sábado Santo, anticipando con esperanza la alegría de la Resurrección.
Finalmente, el Lunes de Pascua, los cursos y profesores se reunieron en el Patio Central para celebrar con júbilo la Liturgia de Resurrección. En un ambiente de esperanza en la vida eterna, se elevó una oración por el descanso del Papa Francisco.
La Pastoral del Colegio Sagrados Corazones de Alameda agradeció a todos los integrantes de la comunidad educativa que participaron activamente en las significativas actividades de Semana Santa, fortaleciendo así el espíritu de fe y reflexión en el corazón del Colegio.