La jornada estuvo llena de momentos especiales: las y los estudiantes fueron a buscar a sus abuelitos al templo, y compartieron convivencia y conversaciones en distintos espacios del colegio. Cada niño y niña disfrutó de un tiempo único junto a sus abuelos, creando recuerdos inolvidables.
Agradecemos a todos los abuelos y abuelas que nos acompañaron, haciendo de este día una experiencia tan especial para nuestros estudiantes. ¡Su presencia llena de alegría nuestra comunidad y nos invitan aún más a fortalecer la fe!