Esta iniciativa buscó fomentar la buena convivencia escolar a través de la vivencia y reflexión de los valores cristianos que son pilares de nuestro colegio: el respeto, la honestidad, la solidaridad y la responsabilidad. A lo largo del día, los alumnos tuvieron la oportunidad de participar en diversas actividades que les permitieron poner en práctica estos principios fundamentales.
Asimismo, la jornada fue clave para que los estudiantes pudieran reconocer las actitudes positivas necesarias al participar en un grupo, aprendiendo a valorar las diferencias individuales de cada compañero. Se promovió un ambiente de aceptación y entendimiento mutuo, destacando la riqueza que aporta la diversidad.
Agradecemos a todos los que hicieron posible esta jornada, que sin duda contribuye al crecimiento espiritual y social de nuestra comunidad educativa. ¡Seguimos construyendo juntos un ambiente de respeto y armonía, siguiendo el ejemplo de Jesús!