Colegio de los Sagrados Corazones del Arzobispado De Santiago Comprometidos con el conocimiento, el amor y el servicio para una formación de excelencia. Santiago Centro
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Hoy conocimos la triste noticia de la partida a la casa del Padre de Jorge Fernández-Dávila Kesler, quien se desempeñó en nuestro colegio como profesor de Química y director del Ciclo. Recordado -hasta hoy- con gran cariño por quienes tuvieron la suerte de conocerlo.
Como muestra de nuestro sentido homenaje hacia él y su familia, recordamos las palabras que le dedicaron en su despedida en 1999.
Hoy a las 18:45 se realizará un responso en su honor en la Parroquia Santa Gemita (Suecia 3091, Ñuñoa)
Hasta siempre, querido profesor.
“Un profesor que pareciera estar siempre entre fórmulas y experimentos sumido en símbolos y combinaciones. Jorge Fernández-Dávila Kesler, imposible que pase inadvertido cuando pasea su esbelta figura por los patios del colegio con paso firme bien calculado. Como lo hacía cuando llegaba a los cestos de los principales rectángulos basquetbolísticos del país vistiendo la camiseta, siempre azul, de la Universidad Chile llegando campeonar con ella.
Fueron varios los colegio que tuvieron la suerte de contar con él: Los SSCC de Manquehue, el Liceo de Aplicación, el Instituto de Humanidades Luis Campino, entre otros, que compartieron la presencia de un gran profesor amistoso, cordial, que principalmente los lunes, traía los más sabrosos comentarios del deporte. Especialmente defendiendo y alzando los colores del club de sus amores, “Chagito Morning”.
Don Jorge fue profesor de estado en química y en biología, títulos obtenidos en el añorado Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Dotado de muchas condiciones personales, supo entregar sus conocimientos a miles y miles de estudiantes a lo largo de su hermosa carrera profesional.
Don Jorge siempre se mostró atento al bienestar de sus colegas, a servir y ayudar en cuanto fuera necesario, fue delegado pastoral en varias ocasiones.
Siempre fue caballeroso, gentil, muy respetuoso e incondicional a sus amigos. Dispuesto a defender la amistad de la cual llegó a hacer un culto. Mención especial es la amistad que lo ha unido por largos años con su compadre y colegas de tantas jornadas en aulas y en el Estadio: don Jorge Soto, brillante profesor de matemática y también con más de 30 años de ejercicio en el colegio.
Fue amante de sus hijos y abuelo ejemplar. Te damos gracia por todo lo que de ti aprendimos”.
Palabras de Roberto Abuín en la despedida que el colegio le hace en 1999
Revista Escolar Nº 478. 1999. Pp.
